Para los fotógrafos de bodas no son los invitados, ni la ceremonia, mucho menos la música y la celebración; esos son todos complementos circunstanciales, elementos secundarios que poco o nada importan si no está lo esencial para nosotros, Las Emociones.
Yo como fotógrafo de bodas y sobre todo como fotógrafo en córdoba, busco capturar ese instante efímero de emoción que se traduce en un guiño, en un parpadeo, tan sólo un gesto que quizás no dure más de un segundo pero que concentra toda la intensidad del momento y que será lo que traiga a la memoria el recuerdo del momento al ver la foto años más tarde.
Para lograr eso debemos estar en la mente y en los zapatos de los novios, de los padres, de los padrinos, ¡de todos! Así podremos anticiparnos al momento, levantar nuestra cámara y disparar la foto justo en el preciso instante que la madre besa en la frente a la hija, todas esas emociones convertidas en imágenes.
Así, días, semanas, años más tarde las parejas verán su reportaje de boda y sentirán lo mismo que sentían ese día, recordarán lo que pensaban, como palpitaba su corazón y cuan ansiosos o felices estaban; el poder de esa imagen será tal que no podrán creer la intensidad que genera, y todo porque un fotógrafo supo hurgar en sus mentes y en sus emociones. Al final da igual si vuestra boda es en Cordoba o en cualquiera parte del mundo, lo realmente importante para mí sois vosotros.